Es importante recalcar el hecho de que actualmente empleamos el citado término unido de manera indisoluble a otro concepto dando lugar a la expresión “libro de texto”. Con ella intenta definirse a aquel libro u obra que es el que se emplea en los distintos centros escolares para que el alumno aprenda una materia concreta.
De esta forma podríamos establecer como ejemplo el siguiente: “El profesor ordenó a todos los estudiantes que sacaran de sus mochilas el libro de texto de Matemáticas para poder empezar la
clase”.
Asimismo, tampoco podemos pasar por alto que existe una terminología muy concreta que se utiliza desde tiempos inmemoriales en nuestra sociedad. Nos estamos refiriendo a lo que se conoce como Sagrado Texto o Texto Sagrado, un concepto con el que se define a La Biblia, que es el conjunto
de libros que ejerce como pilar fundamental de las religiones cristiana y judía.
En ocasiones, la noción de texto se utiliza para nombrar al cuerpo de una obra impresa o manuscrita, en oposición a aquello que va por separado. El texto, por lo tanto, es sólo el cuerpo principal de un libro, quedando fuera la portada, el índice, los apéndices, etc.
Entre las características de un texto, se encuentran la coherencia (las distintas posturas e informaciones que expone deben ayudar a formar una idea general), la cohesión (todas las secuencias de significado tienen que estar relac
ionadas entre sí) y la adecuación (debe estar en condiciones de llegar a su lector ideal).